Rodillos para el Tissue

Velocidades más altas y pesos muy inferiores
Con los rodillos en carbono un implante para el tissue puede en líneas generales, doblar la velocidad que con los rodillos metálicos y los rodillos pueden pesar hasta 10-15 veces menos.

Gracias al la rigidez y ligereza del carbono, los formatos de elaboración de tissue pueden llegara a ser más anchos y hacer crecer la producción.


Menor tiempo de arranque y frenada de emergencia
Los tiempos de arranque del implante pueden ser notoriamente inferiores con mejor eficiencia en la producción dadas las inercias más bajas. 

Mejor precisión en las celdas de carga
A veces el tiro al material es comparable al peso del rodillo y por lo tanto, la señal leída por la celda de carga es poco precisa.

Los rodillos bailarines, o sea montados sobre celdas de carga, construida en fibra de carbono (y por lo tanto ligerísimas) constituyen una tara mucho más baja. Esto significa que las tensiones efectivas pueden ser leídas con mayor precisión y rapidez por las celdas de carga más pequeña

Mejoramiento de los flujos aerodinámicos
Los diámetros menores permiten reducir la cantidad de aire arrastrada en movimiento por el rodillo, que a velocidades elevadas crea fuertes turbulencias. La película es por lo tanto, mucho menos alterado por la turbulencia y a menudo puede evitar la espiralidad que aunque, cuando es necesario, puede ser ejecutada también sobre el carbono.

Reducción de las cargas sobre la estructura de la maquina
El uso de los rodillos en fibra de carbono en el tissue no solo aumenta las velocidades de trabajo y la anchura del material, también reduce las cargas agentes sobre la estructura, que puede así llegar a ser más ligera y económica y con menores potencias eléctricas ocupadas.
 Esto es particularmente importante en el refitting de los implantes, en los cuales es posible, con la misma estructura, mejorar las prestaciones e incrementar las cargas.

Gran precisión de los rodillos
Los rodillos en carbono vienen exactamente rectificados y las normales tolerancias de construcción previenen una oscilación total inferior a 0.2 mm, con la posibilidad de descender debajo de este valor (hasta a 0.05 mm o menos en casos particulares).
Cada rodillo viene equilibrado dinámicamente hasta a una velocidad superior a aquella de trabajo.